
Los choferes que deben transitar avenida Independencia de Punta Arenas, casi al llegar a España, están cansados. Un hoyo de dimensiones dantescas daña la suspensión de sus vehículos. Y los más enojados son los choferes de la locomoción colectiva. Con el afán de ayudar a sus compañeros de gremio e intentado solucionar el problema que las autoridades no han podido resolver, los amigos José Mancilla y Ricardo Zamorano decidieron llevar sus palas y tapar el magno cráter. “Hay que tapar este tremendo hoyo, ya que nos sale caro pasar por acá. Los autos se dañan y la reparación no es barata”, dijo Zamorano mientras rellenaba con tierra el hueco.