
En el control de detención realizado en la mañana de ayer, “Toribio” confesó su responsabilidad en los hechos que la fiscalía le imputaba. A pesar de tener el derecho de permanecer en silencio, el agresor se defendió y dijo: “No es para tanto, los perros me pasan mordiendo, tengo toda la ropa rota”.
El juez determinó que por este hecho González quedara en libertad y cancelara una multa ascendente a una UTM. Sin embargo, el magistrado advirtió que el condenado tenía dos causas pendientes, una del 2008, que está prescrito, y una sentencia del 1 de enero de este año por portar arma blanca, por lo cual tenía que pagar una multa de una UTM, la cual no pudo cancelar en la audiencia. Por lo tanto, deberá pasar cuatro días en prisión.