La conducción en estado de ebriedad es uno de los delitos que mayor connotación estadísticas que tiene la Región de Magallanes, seguido por los hechos de violencia intrafamiliar. Sin embargo, este año en Punta Arenas se ha experimentado una baja de casi un 50% respecto de igual periodo de 2010, disminuyendo de un total de 94 ilícitos detectados el año pasado, a 55 hechos en lo que va del año.
El subprefecto de los servicios, capitán Francisco Franzani, destaca en dichas cifras que existen factores relevantes que han incidido en esta considerable baja: el primero es la paralización regional que provocó que los ciudadanos vieran mermadas las opciones para la ingesta de alcohol y posterior conducción bajo la influencia de éste.
Relacionado también al paro, el refuerzo policial que se hizo presente en Punta Arenas permitió aumentar los controles vehiculares, arrojando una mayor sensación de seguridad en la población y coartó la intención de conductores irresponsables.
Además el oficial aseguró que “se ha implementado de manera permanente una mayor presencia policial y controles vehiculares en horario nocturno, para prevenir de esta manera los accidentes de tránsito”.
Otro dato estadístico, que arroja un saldo favorable, es la considerable disminución en accidentes de tránsito, producto de la conducción en estado de ebriedad con personas lesionadas como resultado. Marcando un descenso de 24 accidentes a ocho en lo que va del año.
Respecto del procedimiento que deben seguir los funcionarios policiales ante la perpetración del delito, Franzani declaró que “Carabineros, ya sea en controles rutinarios o en procedimientos por accidentes, debe como primera intervención controlar la identidad del infractor, poniendo atención al estado en que se encuentra la persona, modo de hablar, concordancia en sus ideas y su forma de caminar. De esta forma permite al carabinero darse una idea de si la persona se encuentra o no bajo la influencia del alcohol”. Agregó además que “si existiesen sospechas de la comisión del hecho ilícito puede, en primera instancia, utilizarse equipo de medición a través del aliento (alcotest), posteriormente se debe trasladar al individuo hasta el centro asistencial para que se le realice la alcoholemia de rigor y poder constatar de manera científica la efectividad de la acción punible”.
Finalmente, Carabineros hizo un llamado al auto cuidado y la responsabilidad al conducir, e hizo hincapié en que conducir en estado de ebriedad es un delito, que dependiendo el grado y la reincidencia de éste, tiene sanciones que van desde las multas y suspensión de la documentación para conducir, hasta penas aflictivas de presidio.