Desde el flanco opositor, se cuestiona fuertemente la actitud gubernamental, que, aunque legítima, demuestra la “nueva forma de gobernar” que, a juicio de dos de las colectividades concertacionistas, como es el caso del PRSD y el PDC. Esto se basa en decisiones centralistas que reflejan “la doctrina de la derecha” y el “empresariado que (Sebastián) Piñera” tendría en cada uno de los gobierno regionales del país.
“Estaba esperanzado que el Presidente se iba a ser cargo de su investidura, pero con esto vimos que un partido de gobierno (la UDI) pesa más que la propia presidencia”, dijo el timonel de la DC, Juan Francisco Miranda, refiriéndose al caso Van Rysselberge.
Arremetió, en este sentido, que el apoyo a Kusanovic obedece a la demostración de que el Gobierno central, “tampoco escuchó a Magallanes”, cuando tuvo lugar el conflicto por el gas.
Por su parte, el líder radical, Alfredo Miranda, señaló que todos los gobiernos respaldan a sus respectivas autoridades cuando tienen inconvenientes y que “siempre lo van a hacer así”, pese a que ya tengan previsto hacer cambios en algún momento, que es lo que va a suceder, según Miranda, “no tengo la menor duda”, afirmó.
Para la UDI, en tanto, el apoyo es “total y absoluto” hacia la jefa del GORE, pues como señaló su presidente Jorge Balich, “no se le puede sacar de su puesto por un tema puntual, porque su gestión ha sido muy buena y estaremos abocados a trabajar políticamente con ella y brindarle todo nuestro respaldo”, señaló el timonel gremialista en clara aprobación al actuar del Gobierno.