
El 7 de febrero se publicaron las bases para la licitación del evento, que el año pasado fue realizado por el PRC, y ayer la aceptación de la oferta se encontraba publicada en el portal de adquisiciones del estado.
El municipio, propietario del evento, realizó algunas modificaciones respecto a lo que han sido las ediciones anteriores y la más relevante es que, por primera vez, la municipalidad entregó la realización total a un tercero, y el adjudicatario no puede subcontratar los servicios.
En las carreras pasadas siempre habían algunas partes, como lanzamientos o recepciones que el edificio consistorial se reservaba, en esta oportunidad la institución sólo actuará como coordinadora y dispondrá las ambulancias para la competencia, el resto será responsabilidad del licitante.
La hospitalidad
Dentro de las bases se consideran tres eventos que obligan al PRC a realizar algún tipo de comida para los participantes: el lanzamiento en Punta Arenas, que debe ser con un cóctel; la recepción en Villa O’Higgins que impone la misma condición y una celebración de fin de carrera para todos los participantes, que usualmente era una parrillada de cordero que realizaba la autoridad local.
Como requisito adicional se exige que para cada uno de los actos que tengan relación con el rally, haya un locutor y equipo de amplificación, algo que antes era resorte edilicio.
El grupo que debe realizar la carrera incluye a 12 personas, sin contar con el equipo de cronometraje, los que deben proveerse de transporte, alojamiento y alimentación los días del evento.
Difusión
La producción del evento (PRC), debe preocuparse de la confección de toda la gráfica requerida para la prueba. Afiches, números, libros de ruta, carnés de ruta y todo lo necesario para la prueba debe ser contemplado por quienes organicen el evento, los que deberán disponer, además, de una radio que transmita en directo y un equipo de grabación para realizar un video que se deberá entregar en Villa O’Higgins con posterioridad.
A lo anterior hay que agregar el seguro de la competencia, una medalla conmemorativa de la carrera para las tripulaciones, y trofeos para cinco categorías –cabe recordar que el campeonato local sólo considera tres- aunque no se especifica cuáles son, ni hasta qué posición se premiará.
Lo deportivo
El productor de la prueba deberá proveer los reglamentos, los que deben estar en conformidad con los códigos deportivos internacionales, la reglamentación de la Federación de Automovilismo de Chile y en concordancia con la Asociación Regional Austral de Automovilismo Deportivo (Araad), los que deberán ser entregados ahora que se conoce al productor del evento. Por lo que quien se adjudique la producción deberá tramitar los permisos deportivos necesarios y fiscalizar para que la reglamentación se cumpla. Además, debe solicitar y coordinar las autorizaciones administrativas ante los propietarios de los predios, (que ya están avanzadas) la autoridad local y Carabineros.
De esta forma se confirma que la carrera es válida por el campeonato del PRC y que el equipo que actuará en la organización, será el de costumbre.