Para Andrés López el asunto es claro: “No le doy el año más, porque ese no fue el pacto”, cuestionando la falta de poder de decisión del PPD, porque “ambas partes tienen que ceder si eso quiere el partido; yo he cedido más de la cuenta. Marisol no está cediendo en nada”. En medio de dimes y diretes de parte de terceros, y dichos cruzados entre los dos involucrados en el conflicto del cupo concertacionista de Porvenir en el Consejo Regional (CORE), una nebulosa se instaló en el Partido por la Democracia (PPD), debido a que transcurridas ya más de dos semanas en que el partido debiera haber conseguido que ambos militantes se allanaran a algún acuerdo para poder llevar adelante el arreglo de palabra que pactaron hace dos años, no se haya avanzado en el diálogo y, por el contrario, se produjeran aún más suspicacias de uno hacia el otro, a raíz de las declaraciones públicas que ambos dieron a Pingüino Radio para dejar en claro sus posiciones.
El miércoles, Marisol Andrade, dio a conocer abiertamente sus razones para no abandonar el CORE en este período que es cuando le corresponde.
Hizo alusión, en primer lugar, al acuerdo que existe entre los partidos políticos del bloque de oposición en la Provincia de Tierra del Fuego, quienes, según Andrade, por un tema de “confianzas políticas” le pidieron en octubre del año pasado que continuara como consejera porque desconfiaban de la figura política de López para asumir el puesto por su itinerancia partidaria en el espectro del conglomerado opositor.
A ello se sumó el hecho del despido de la core de la Gobernación en diciembre, que gatilló, de acuerdo con sus palabras, que en un tono de exigencia los cuatro presidentes de los partidos concertacionistas fueguinos, le solicitaran que se quedara.
La posición de Andrade es que los acuerdos se cumplan, porque “no tengo proyección política alguna”, sin embargo, exige justicia porque anhela dejar proyectos terminados ante la demanda de la comunidad de la provincia que representa, previo a irse, y que le ha dado todo el apoyo a través de una carta con las firmas de la mayoría de las fuerzas vivas de la zona que quieren que permanezca en ese servicio, indicó.
“Mi propuesta es un año; si yo no me quiero apernar en el cargo, hay mucho que hacer y muchas gestiones en las que estoy muy comprometida, lo que más quiero es cumplir mi palabra, pero pido tiempo”, expresó.
Todo esto se produce en el contexto de una pugna que tiene preocupada a la consejera y que la llevó a interponer una demanda judicial en contra de Tamara Oyarzo, quien habría trabajado con ella y que ha insistido últimamente a través de los micrófonos de la emisora, en arremeter en contra de ella y su gestión, lo que Andrade califica de hostigamiento y pretensiones de agresión “que ninguna persona sana de mente haría”.
Ahora, la versión de Andrés López, es totalmente disidente. En su conversación con Pingüino Radio partió diciendo que “nosotros tres, Alejandro Avendaño (concejal), López y Andrade éramos funcionarios de la Gobernación de Tierra del Fuego. Avendaño fue despedido en mayo, Andrés López el 1 de octubre y Marisol Andrade en noviembre”, añadiendo que “recién pudimos contactarnos la semana pasada con Marisol Andrade para poder obtener una reunión el lunes 7 de marzo, hace tres días, con ya los plazos cumplidos”.
Cuestiona de esta forma, el pacto de la Concertación en la provincia, al cual no le otorga validez, porque no consideró jamás a los militantes. Además, critica que Andrade se haya negado a aceptar los tres meses que le ofreció como core suplente, en el sentido de que “si el problema era un factor económico, porque estaba cesante, yo le entregaba la dieta hasta diciembre, esa fueron mis palabras textuales y en eso está de testigo el presidente del PPD”.
Seguidamente puso en duda la desconfianza que manifestó la consejera que los partidos políticos tenían hacia él, señalando que, “Marisol podría haber sido más honesta y haber dudado de mí en el primer momento, esta elección comenzó en diciembre de 2008 y la segunda vuelta fue a fines de enero de 2009, entonces me parece súper extraña su actitud”.
Fue claro en aseverar entonces que “no le doy el año más, porque ese no fue el pacto” y que este tira y afloja el partido debiera tener más poder de decisión.
“Si no tengo que asumir el cargo tendré que aceptarlo porque el PPD lo decide, aquí falta poder de decisión del partido político, un poder de consenso, porque ambas partes tienen que ceder si eso quiere el partido, yo he cedido más de la cuenta. Marisol no está cediendo en nada”.
Con respecto del episodio con Tamara Oyarzo, López se limitó a decir: “En ese tipo de bajezas nadie puede caer, independientemente que alguien tenga su personalidad y actitud, yo la vi muy cercana trabajando con ella y no me parece que la pueda descalificar”.