
Esta situación ha despertado las suspicacias al interior de la colectividad en la que Vilicic milita, puesto que la directiva de Renovación Nacional (RN) a nivel regional, presidida por Branko Ivelic, ya ha hecho ver la molestia inherente a partir de estas decisiones, que no corresponderían a lo habitual y a lo que mandata la disposición legal.
Otro episodio que vino a entrampar el avance en la recomposición de los lazos entre intendencia y gobernación que supuestamente se estaban llevando a cabo y que ahora estaría apuntando, probablemente, a un nuevo quiebre de relaciones porque se reconoce, desde RN, que la actitud de la jefa del GORE no armonizaría con las intenciones que últimamente han dado a conocer de efectuar una gestión de manera unitaria, trabajando por objetivos comunes que tiene el nuevo Gobierno de Piñera.
De hecho, la aparente mejoría que se había evaluado entre ambos organismos ni si quiera fue suficiente para que la gobernadora ocupara el cargo interinamente durante 15 días en que la máxima autoridad estará fuera.
Los argumentos del Gobierno Regional hacen alusión a la necesidad de poner a seremis a la cabeza de la administración “porque es un ejercicio real que ayuda a que los secretarios se vayan involucrando en los demás temas”.
En lo inmediato, trasciende que la máxima autoridad provincial y actual miembro de RN, tendría los días contados no sólo por el evidente distanciamiento con las políticas del GORE en enero pasado, sino también por que su puesto habría sido cuestionado fuertemente a nivel central por los contratos que firmó en septiembre pasado mientras ya ejercía como gobernadora.