
“Se está esperando la autorización, se hizo las mensuras correspondientes, se envió a Sernageomin, que tiene que tomar razón de este tema, pero no tiene porqué ser rechazado porque es un trámite de solicitud y se oficia para que se tome conocimiento”, explica la autoridad.
La explotación de los recursos actualmente está asignada a un empresario extranjero que cuenta con todos los permisos y que solicitó el pedimento en una extensión de terreno de mil hectáreas colindante con la frontera argentina (ver mapa).
Se estima que el oro que se encuentra en la zona es de alta ley y aún no están claros los volúmenes de producción ni el impacto en empleo que podría generar.
Eso sí, se estima que la extracción y elaboración dorada estaría próxima a concretarse. Las proyecciones de Minería apuntan a finales de este año, pero con mayor certeza en el próximo.
La sustentabilidad de estas actividades también está garantizada, aunque el impacto medioambiental se reduce enormemente al ser una mina a rajo abierto, pues los trabajos no se van a iniciar sin antes tener una declaración de impacto ambiental. “Es bueno y me parece correcto que se haya creado una conciencia en el país respecto al tema medioambiental. Se debe evitar los daños y la sustentabilidad de estas actividades es compatible mientras se resguarde el medioambiente”, señala Arecheta.
“Ruta del oro”
El último registro de extracción de oro que se tiene en la región se ubica en el cordón Baquedano en Tierra del Fuego. De ahí no ha habido mayor exploración, salvo la realizada por pirquineros.
Es por eso que la Seremi de Minería está empeñada en realizar un perfil de prospección con las principales localidades donde podría encontrarse materiales para extraer en la región.
La idea es trazar una especie de “ruta del oro” para que inversionistas se acerquen a la región y puedan establecerse con el beneficio que eso supone para la zona.