
Fueron las palabras que esbozó, en primera instancia, el secretario regional ministerial de Educación en Magallanes, Raúl Muñoz, quien enterado del triste acontecimiento, partió rumbo al centro asistencial para conocer del diagnóstico del menor. Allí se reunió con la madre del adolescente de 15 años, impresión que le sirvió para señalar posteriormente que “vamos a tener que estar atentos de que esto no vuelva a ocurrir, yo lamento lo que ocurrió hoy día (ayer), por lo tanto, la solución pasa por el apoyo que se le dé a los docentes”, indicó Muñoz, explicando que “la labor que está haciendo el Liceo Sara Braun, es enorme; sí es cierto que son niños que tienen una problemática difícil, y en ese sentido como Ministerio pensamos que el alcalde va a tener que apoyar fuertemente a los docentes a través de equipos multidisciplinarios, ver que se tenga sicólogos y asistentes sociales permanentes para trabajar con la familia y con los alumnos”.
En ese sentido, el secretario del ramo, aseveró que los conflictos de convivencia al interior de los establecimientos siempre han existido y que se trabaja fuertemente en mejorarla de manera mancomunada entre el liceo y los padres y/o apoderados, es por ello que los llamó a hacerse parte del esfuerzo para evitar casos lamentables como el que sucedió.
“Aquí tenemos que trabajar en conjunto con los padres, no le echemos toda la culpa al colegio, nos tienen que ayudar la familia y la sociedad”, enfatizó Muñoz.
De parte de la Corporación Municipal (Cormupa) en tanto, administradores directos del establecimiento, la situación demostró que se requiere que actores del Gobierno Regional (GORE) también se hagan parte de la solución, con un espacio adecuado para el tratamiento de alumnos con altas complejidades conductuales, como es el caso de agresor y víctima en este hecho.
Ambos, según informó Mario Miranda, encargado del Programa de Intervención Especializada (PIE Magallanes) de la Cormupa presentan este tipo de problemas que pueden estar asociados el consumo problemático de alcohol y drogas, deserción escolar prolongada, explotación sexual entre otras graves vulneraciones de derechos.
De hecho, según el especialista, el menor que fue agredido recibía asistencia de ese programa, mientras que el agresor, de un programa de comunidad terapéutica que dependería del Servicio de Salud, según señaló.
La salida al grave problema que acarrea en la comunidad educativa por el temor que aflora tanto en los alumnos como el cuerpo docente, sería, de acuerdo al organismo “revisar los manuales de convivencia junto a todos los actores de la comunidad educativa que efectivamente sean instrumentos que se construyan en todos los estamentos y en donde se resguarden los deberes y derechos de cada uno de los estamentos de la comunidad educativa, a nivel general, mientras que nuestra propuesta particular con el Liceo Sara Braun tiene que ver con apoyo directo de un equipo sicoeducativo, lo tenemos que construir junto al liceo, apoyo efectivo y en recursos humanos con los cuales no cuenta hoy día”, dijo Silvana Vera del departamento de Atención al Menor.
No obstante, su crítica en estos momentos es que “hay que reconocer que la propuesta es insuficiente, porque el financiamiento es esquivo y lo que nosotros hacemos como área de Atención al Menor es siempre postular a fondos externos para estos apoyos”.