Al centro privativo de libertad juvenil “Aoniken” ingresó ayer el estudiante de tercero medio del Liceo Sara Braun, formalizado por el delito de “homicidio en grado de frustrado”. La resolución la tomó el juez Juan Olivares, por considerar que la libertad del menor constituye un peligro para la sociedad. Acogió la postura del fiscal jefe Felipe Aguirre.
En la audiencia de formalización de cargos se dijo que la víctima y el agresor se juntaron en el baño del establecimiento. Ahí discutieron por un celular, aunque tenían rencillas pendientes, y cuando el adolescente de 15 años se retiraba, el imputado extrajo un cuchillo, de 19 centímetros de hoja, y lo apuñaló por la espalda. El fiscal dijo que el imputado admitió un ajuste de cuentas mientras que la defensora Gustava Aguilar recordó que ambos se conocieron en la comunidad terapéutica San Juan, donde participaron de un programa de rehabilitación de adicción a la droga y alcohol.
La tutora del menor que permanece internado en el Hospital Clínico, Blanca Ñancul pidió que el agresor pague por el delito que cometió. Al resolver la internación provisoria del adolescente, el magistrado indicó que esta persona entendía y sabía que la agresión podía costarle la vida. Además que “un liceo no tiene por qué ser un lugar donde se porte un cuchillo”, y se preguntó “qué hacía este joven de 17 años con un arma cortante en horas de clase, la que usó en contra de un compañero”. Para el cierre de la investigación se fijaron dos meses.