
“Lo primero es que es un trabajo estresante para los profesores”, afirma Vera, añadiendo que quienes se someten a la evaluación “necesitan bastante tiempo para dedicarse y el compatibilizar las clases y el proceso acarrea un estrés súper grande”. Esto, a juicio del docente de Educación Física, ha dado lugar a los hechos irregulares que generalmente ocurren. “Hay profesores que han comprado evaluaciones, que han pedido que les hagan el portafolio, entonces hay muchos vicios que hay que tratar de ir mejorando porque eso también hace que la evaluación no tenga la validez que se podría aprovechar para mejorar la calidad de la profesión docente”, precisó.
Quien tampoco está de acuerdo con el proceso llevado a cabo, es el profesor Raúl Alvarado. El director señala que “es una evaluación que a lo mejor objetivamente no corresponde a la realidad de la región; puede estar muy o no tanto cercana a lo que es, porque los instrumentos que se están aplicando no están de acuerdo a lo que realmente debiera ser el proceso”. Sus críticas en este sentido, hacen alusión con que hay ciertas situaciones que no se consideran al día de hoy en el régimen de medición, como por ejemplo la participación de los directores y el equipo técnico, en este caso, del jefe de la UTP, lo que haría que “el porcentaje que se entrega no es el adecuado”.
“La Evaluación Docente tiene que sufrir modificaciones sustanciales”, recalcó Alvarado, argumentando que “aquí hay un procedimiento de evaluación que se está utilizando simplemente a través de un sistema que es un video (filmación), un trabajo que se presenta (portafolio) y además una evaluación de terceras personas donde naturalmente quienes son los actores principales no están siendo considerados, por lo tanto yo creo que el procedimiento debe sufrir modificaciones”.
Por su parte, Juvenal Henríquez de la escuela Padre Alberto Hurtado, opina que la evaluación “no tiene que ser de momentos, sino de un proceso”, lo que explica diciendo que ni el portafolio ni la clase filmada hecha en una sola oportunidad refleja lo que hace un profesor día a día en la sala de clases.
“Eso puede ser considerado como una situación muy especial que es un momento en el cual el profesor elabora ese portafolio, luego viene la clase en la que el profesor se puede poner muy nervioso, porque no siempre las personas se sienten cómodas cuando alguien está grabando un actividad como una clase, entonces si bien es importante que exista una evaluación, considero que sería mucho más cercano a la realidad de lo que hace el profesor día a día si esto fuera todo un proceso, medir procesos en el cual no solamente sea una vez, sino que el profesor sea observado en su accionar diario varias veces durante el año”, apuntó.