
El Gobierno, a través de su vocera, Ena von Baer, hizo un mea culpa al aseverar que era necesario sacar lecciones de lo sucedido. “Acá se produjo un cuadro político que fue complejizándose cada vez más y que distrajo la atención y la energía de los dirigentes políticos de lo que realmente nos debiera importar siempre, que es sacar adelante las iniciativas que le importan a las personas y así lo entendió también la intendenta”, afirmó.
“Como gobierno, como coalición política, tenemos que aprender del episodio que hemos vivido y sacar las lecciones para poder trabajar de mejor forma hacia adelante, para concentrarnos en lo que importa”, agregó Von Baer.
Pero el Presidente Sebastián Piñera tampoco se abstuvo de opinar. Ayer, en el marco de la visita del Presidente de República Checa, Vaclav Klaus, el Mandatario agradeció “el compromiso, el trabajo y la dedicación que puso, porque recibió una región devastada por el terremoto, como ella misma lo ha dicho, sin electricidad, sin agua potable, con muchos problemas de seguridad y orden público, e hizo una labor que nosotros reconocemos”.
“Ella renunció, nosotros aceptamos la renuncia y, por tanto, como dicen mis hijos, a otra cosa mariposa”, añadió el Jefe de Estado.
Por su parte, el presidente de Renovación Nacional, senador Carlos Larraín, manifestó que la dimisión de Van Rysselberghe se trató de un “gesto de realismo práctico que debió haberse adoptado hace mucho tiempo, como lo señaló el senador Andrés Chadwick o Hernán Larraín”, dijo a Radio Agricultura.
Las declaraciones del timonel de RN contrastan con las del senador Juan Antonio Coloma, quien calificó a la ex alcadesa de Concepción como una “mujer valiente” y dijo que su renuncia como máxima autoridad regional fue un “gesto de grandeza”.