Acostumbrada en su vida a dar grandes luchas políticas, hasta en los tiempos más duros y difíciles que vivió Chile, Ana María Díaz enfrenta actualmente una batalla muy personal, después de que en diciembre los médicos le confirmaran que tenía cáncer al peritoneo. Las raíces políticas de esta profesora son de un socialismo puro, sin medios tonos. Ese espíritu de mujer aguerrida es lo que hoy le permite no bajar los brazos y encarar con fuerza y valentía esta enfermedad.
Siempre optimista, sin perder la sonrisa que caracteriza su forma de ser, recibió a Diario El Pingüino ayer en su casa. Venía llegando de Santiago, de la última quimioterapia. En octubre comenzó a sentir malestares, los atribuyó al colon, pero los problemas siguieron y partieron las visitas al médico. En diciembre sus oídos escucharon algo que, según Ana María, más afectó a su familia que a ella. Los exámenes confirmaron el cáncer y junto con esto comenzaron los viajes y el tratamiento en la Clínica Dávila.
De cómo ha cambiado su vida, Ana María Díaz dice que ahora valora cosas que antes tal vez no consideraba tan importantes. “Me encontré con gente maravillosa. Todos los días recibo una llamada, incluso de gente que ni pensaba y cuando sufrí una fuerte crisis vinieron cadenas de oración que agradezco muchísimo. Y a mi lado tengo una familia espectacular que me permiten estar bien”.
Destaca los adelantos médicos de hoy, de gran calidad para tratar este tipo de enfermedades. “Porque uno tiene la idea de que cuando te dicen tienes cáncer se termina todo”.
Durante este periodo le ha tocado compartir con mucha gente que padece la misma enfermedad, “pero gracias a los avances de la medicina ahora se puede estar mucho mejor y disfrutar de una mejor calidad de vida. Me ha tocado compartir con bastante gente joven y entre todos nos damos ánimo”, dice Ana María Díaz, para quien la familia ha sido el pilar fundamental, al igual que las amistades y compañeros de partido. “Que siempre te estén llamando demuestra preocupación de tus cercanos, o que una amiga te pase la llave de su departamento en Santiago, sabiendo los costos que se deben enfrentar, y te diga ocúpalo mientras lo necesites, es algo impagable”.
Fin a la peluquería
Todo se lo toma con humor. Hasta la caída del pelo, producto de las quimioterapias. “Ya no tengo que preocuparme más del shampoo ni de la peluquera, pero lo bueno es que siempre hay algo que ayuda a sustituir aquello”, sonríe coquetamente mostrando su nuevo look con la peluca que le ayuda a enfrentar la caída del cabello, efecto del tratamiento médico.
Aunque ha fumado toda la vida, dice que el cigarrillo no fue el gran culpable de lo que está viviendo, pero sí reconoce que los fumadores se encuentran muy vulnerables ante cualquier enfermedad. “Tuve que dejar de fumar”, comenta con cierta resignación y agrega que ha bajado cuatro kilos, producto del mismo proceso.
“Lo que más aprende uno con esto es a valorar lo que tienes y a quienes te rodean, y se genera una historia de vida detrás de todo esto”, indica la ex gobernadora de Magallanes, Ana María Díaz, cargo que ocupó durante cinco años (en la mitad del periodo de Ricardo Lagos y de Michelle Bachelet), entre 2003 y 2008. En las últimas elecciones parlamentarias, de diciembre de 2009, el Partido Socialista la postuló como candidata a diputada, pero no fue elegida.