Una rencilla que comenzó al interior del pub Barra-K, dos mujeres en la madrugada del domingo, terminó en la calle, con una de ellas con el rostro completamente desfigurado. La autora fue detenida y trasladada ayer por Carabineros al Juzgado de Garantía donde el fiscal de turno, Eugenio Campos, la formalizó por el delito de lesiones graves.
Los antecedentes expuestos en la audiencia dan cuenta de una rencilla entre dos mujeres, identificadas como Valentina Silva Díaz y Katherine Maturana González. Ambas se encontraban al interior disfrutando de la bohemia magallánica cuando, por razones que deberá aclarar la investigación, en un momento protagonizaron una acalorada discusión. Lo peor fue que los intercambios de palabra no quedaron ahí sino que ambas se encontraron en el exterior donde continuaron discutiendo, hasta que la imputada, Valentina Silva, tomó una botella que previamente rompió y con el gollete le cortó la cara a Katerine Maturana. Según el diagnóstico médico, la víctima sufrió una herida facial grave de 12 centímetros.
Al concluir la formalización de cargos, el fiscal pidió para la imputada tres medidas cautelares, las cuales concedió el juez Andrés Provoste: arraigo regional, no puede salir de la región, para lo que se acordó enviar un oficio a la Policía de Investigaciones. Además, Valentina Silva quedó con la obligación de estampar una firma todos los viernes en la fiscalía local, salvo esta semana que deberá hacerlo el jueves; y por último le quedó absolutamente prohibido acercarse a la víctima.

Seguridad

Cuando terminó la audiencia, amistades de Katerine Maturana, que llegaron al tribunal a presenciar la audiencia, se retiraron molestas con la decisión judicial de dejar en libertad a la agresora. La medida no la entendieron y menos compartieron.
Funcionarios de Gendarmería no permitieron que Valentina Silva abandonara el tribunal por la puerta principal de acceso, otorgándole la facilidad de que lo hiciera por una salida posterior, ante la eventualidad de que pudiera sufrir una agresión. Por largo rato permaneció oculta, al interior del tribunal, hasta asegurarse de que la vía estaba despejada.