
Desde hace un tiempo, numerosas peluquerías se han instalado en diversas villas, poblaciones y sectores residenciales de la capital de la Región de Magallanes. La gran mayoría son atendidas por sus propias dueñas, mujeres que han hecho de esta labor una fuente externa de ingresos.
Para estas pequeñas empresarias, la comodidad de laborar en locales adyacentes a sus hogares ha convertido su trabajo en “un verdadero placer”.