
El gigante tecnológico Apple negó que sus dispositivos móviles tengan un sistema oculto para rastrear la localización del usuario, justo el día en el que la empresa fue llamada a dar explicaciones al respecto en el Congreso de Estados Unidos. La polémica sobre el rastreo y el archivo de la posición de los iPhone se originó a raíz de un estudio publicado el pasado miércoles por un diario británico, en el que se aseguraba que esos aparatos de Apple almacenaban y enviaban a la compañía su ubicación constante sin conocimiento del cliente. Un informe que cuestionó las políticas de privacidad de los creadores de los ordenadores Mac y llevó a un congresista por Massachusetts y a la fiscalía de Illinois a demandar respuestas a Apple, que también fue llevada ante los tribunales de Florida por dos usuarios debido a este hecho. “Apple no está rastreando la localización de tu iPhone. Apple nunca lo ha hecho y no tiene planes de hacerlo jamás”, afirmó con rotundidad ayer la entidad en un comunicado en formato pregunta y respuesta publicado en su página web. La empresa reconoció que sus dispositivos sí mantienen una base de datos que actualizan de forma automática sobre los puntos de enlace Wi-Fi existentes en el área donde se encuentran, así como torres de telefonía, si bien éstas pueden estar “a más de 160 kilómetros” de los aparatos. “El cálculo de la localización del teléfono usando sólo los datos de GPS vía satélite puede llevar varios minutos. El iPhone puede reducir este tiempo a unos segundos empleando puntos Wi-Fi y torres de telefonía”, explicó la compañía que confirmó que recibe esa información de forma “anónima y codificada”.