Adeptos a Bin Laden expresaron su consternación y juraron venganza al enterarse de la muerte del líder terrorista. “Mi corazón está roto”, dijo Mohebulá, un combatiente talibán convertido en agricultor en la provincia de Ghazni, en el este de Afganistán. “Anteriormente hemos escuchado muchos rumores sobre su muerte, pero él sí ha muerto, es un desastre y un día oscuro”.
Salah Anani, un líder militante jordano-palestino acusado de tener vínculos con Al Qaeda, dijo que “habrá pronto otro líder”.
Un importante ideólogo de Al Qaeda con el nombre en línea de “Al-Assad Jihad2” publicó en sitios en internet extremistas un largo elogio a Bin Laden y prometió “vengar la muerte del jeque del Islam”.
Embajadas y ciudadanos estadounidenses en todo el mundo estaban en alerta por posibles represalias por la muerte del hombre que, según las versiones oficiales, planeó los ataques del 11 de septiembre de 2001.