Alrededor de las 23.30 horas del martes el sistema de televigilancia instalado en el Complejo Miraflores se activó, por lo que las unidades de la empresa de seguridad contratada para estos efectos llegaron al lugar dando aviso a los encargados del recinto junto con Carabineros. Se encontraron varios vidrios del edificio destrozados, una ventana lateral abierta, un evidente desorden que provocaron los desconocidos en búsqueda de especies de valor y el espacio vacío donde estaba una computadora del Centro Comunitario de Salud Mental (Cosam) Infanto-Juvenil.
Luis Álvarez, encargado de salud mental, indicó que la computadora en sí mismo no representa una perdida pecuniaria importante, sin embargo, en su memoria poseía datos médicos de los pacientes que atiende el centro.
Al sitio del suceso, por disposición de la fiscalía, concurrió el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) cuyos peritos realizaron el levantamiento de huellas y medios probatorios. Las primeras diligencias apuntarían a que los intrusos irrumpieron por una ventana lateral del edificio, la cual se habría encontrado mal cerrada, provocando la activación de tres sensores de movimiento instalados en el lugar.
En total, entre destrozos y lo robado, las perdidas ascienden a unos 600 mil pesos aproximadamente.
Hasta el cierre de esta edición, no se registraban detenidos.