Vivir en Magallanes y no contar con gas para calefaccionarse es, sin duda, un drama en esta época. Ayer la temperatura mínima, de acuerdo al informe diario del Centro Meteorológico Zonal Austral, fue de 3 grados al mediodía. Sin embargo, durante la tarde cayó agua nieve, debido al descenso de la temperatura a 0,8º , a las 19.16 horas.
Aproximadamente 150 personas viven en situación de calle en Punta Arenas, según los datos entregados la semana pasada por el Hogar de Cristo Sede Magallanes. A ellos se suman las cinco familias que actualmente viven sin calefacción, en el block 135 de calle Santa Juana, en el Barrio Archipiélago de Chiloé, en el sector sur de la comuna. Con ello, la cifra podría incrementarse a cerca de 170 habitantes que, en estos momentos, están sufriendo el frío y la humedad que presenta la ciudad, y que se prolongará durante toda la semana (según fuentes del Centro de Meteorología Zonal Austral), considerando, además, que pueden existir otros más que no están catastrados o registrados en ninguna encuesta y que, por diversas circunstancias, están pasando por una situación de precariedad.
En el caso de la pareja conformada por María Esterlina Villegas y Carlos López, que viven en la pampa detrás del Barrio Archipiélago de Chiloé, un pequeño calentador, un colchón y ropa de cama son su abrigo; al igual que en el caso de Sergio Segundo Vargas, quien vive a pocos metros, en el mismo lugar, y quien recurre a la leña que puede encontrar. Otros, se albergan y abrigan en instituciones como el Hogar de Cristo.
Asimismo, cinco familias del block 135 que, por razones de seguridad, vieron interrumpido el suministro de gas debido a la fuga existente en las instalaciones.
Verónica Maricahuín, minusválida y quien reside, junto a su esposo, en el departamento 105, cuenta que lleva diez días sin este servicio básico. Dice que el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) le entregó un calefactor con un cilindro de 11 kilos, el que se terminó ayer. Angustiada y molesta, señala que pasa casi todo el día acostada para soportar el verdadero congelador en que se ha convertido su hogar.
Vicente Hernández, arrendatario del departamento 102, afirmó que no tiene gas desde hace tres días. Lo que más le preocupa es la salud de sus hijos de cinco y seis años, quienes permanecen en el colegio entre las 13.30 y las 19.00 horas. Asegura que no tiene a quién recurrir para sortear esta situación.
El caso de Vilma Rogel, vecina del departamento 104, es peor: es ciega y vive sola. Dice que pasa acostada todo el día, que no tiene calefactor eléctrico y que algunas personas le han llevado termos con agua hervida.
María Aguilar, del departamento 408, por su parte, señaló que ha debido utilizar aparatos eléctricos para calefaccionarse y cocinar. Reclama que los responsables de las filtraciones en las instalaciones de gas de su edificio deberían hacerse cargo de la cuenta de la luz que va a tener que pagar después.
Finalmente, Jacqueline Vargas, residente del departamento 401, señaló que desde que están sin gas, lleva a sus hijos donde su madre, donde permanecen gran parte del día. Recién a las diez u once de la noche los va a buscar. Asimismo, asegura que debe estar en pie a las seis de la mañana para encender el calefactor eléctrico que tiene, para que esté temperado el departamento cuando sus hijos se levantan para ir al colegio.