En dos días se amplió el plazo para que la fiscalía de Punta Arenas formalice al sujeto que ayer en la madrugada le desfiguró la cara a una mujer, cortándola con el gollete de una botella de vino. La fiscal de turno, Alejandra Guevara, pidió 48 horas más para controlar la detención de Segundo Asencio Uribe, de 52 años, detenido por personal de Carabineros luego de ser denunciado por su pareja de la brutal agresión. El defensor no se opuso y el juez Andrés Provoste amplió la detención hasta el miércoles, a las 13 horas. En el intertanto, el imputado fue enviado a la cárcel, pero se le recordó en la audiencia que en diciembre de 2008 fue condenado a 100 días de presidio por manejo en estado de ebriedad, con el beneficio de la reclusión nocturna, sanción que no habría cumplido en su totalidad y tampoco aparece cancelada la multa.
“Temo por mi integridad”
La víctima está muy atemorizada y afectada por lo ocurrido. En conversación con Diario El Pingüino, Yasna Mancilla Chávez dijo que solamente espera que se haga justicia, porque no puede quedar impune el profundo corte facial. Incluso la fiscal Guevara pidió un peritaje al Servicio Médico Legal (SML), que podría hacer variar la formalización de cargos, de lesiones graves a lesiones graves-gravísimas, lo que aumenta la pena.
La mujer recordó que el domingo estuvo en casa, celebrando muy bien el Día de la Madre con su progenitora y un amigo, hasta que llegó su pareja quien permaneció todo el domingo en el hogar de su madre, también al tenor de la misma celebración. El recuerdo de la fecha fue por separado, porque nuera y suegra no mantienen una muy buena relación.
“Después de ducharse (Asencio) se fue a sentar a la mesa a compartir con nosotros”, recordó la víctima. Al rato de integrarse a la celebración familiar, “con mi mamá, mi amigo y yo, se armó un alegato y de repente se levantó de la mesa tomó una botella de vino, la rompió, y con el gollete me cortó profundamente la cara”. La lesión fue corroborada por personal del SAMU que trasladó a la víctima al Hospital Clínico de Magallanes, donde fue recibida por el cirujano de turno, Jorge Bardisa.
“Lo único que espero es que se castigue a quien me hizo esto, porque es un delito grave. La justicia debe velar por ello porque así como lo hizo conmigo lo puede hacer de nuevo”, dijo la mujer. En su relato, agregó que “temo por mi integridad física, porque es una persona alcohólica y cada vez que toma se va a las manos”, refiriéndose al detenido.