En medio de un clima totalmente polarizado, que incluyó manifestaciones afuera del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Aysén, la intendenta Pilar Cuevas, junto a 11 representantes de distintas seremis votaron ayer favorablemente el proyecto que permite la construcción de cinco represas sobre los ríos Pascua y Baker, que darán forma al megaproyecto hidroeléctrico de las empresas Colbún y Enersis.
La aprobación de Hidroaysén no hizo más que zanjar una decisión que se presumía favorable hacia las pretensiones de ambas compañías. De hecho, ayer el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, afirmó que la idea era que la votación se diera en “un ambiente de independencia”, pero reconoció que “sería bueno para Chile”, que la Comisión de Evaluación Ambiental aprobara la medida.
La votación fue de 11 votos por la aprobación contra uno de rechazo, correspondiente al seremi de Salud, Claudio Vallejos, quien en primera instancia se había abstenido, pero la modalidad de sufragio no permitía esta opción, por lo que determinó reprobar el requerimiento.
Apenas se conoció el fallo, en las afueras del SEA de Aysén integrantes del movimiento “Patagonia sin represas” protagonizaron incidentes que se extendieron por más de dos horas, lo que obligó a que las autoridades y la prensa acreditada permanecieran todo ese tiempo dentro del salón en que se desarrolló la votación.
En otras partes del país, también se registraron manifestaciones, siendo las más graves las de Santiago y Concepción.
Opiniones a favor y en contra
Las reacciones por la aprobación no se hicieron esperar. La ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, calificó como “transparente” el proceso y afirmó que “como chilenos debemos estar muy tranquilos y orgullosos por contar con una institucionalidad ambiental eficiente y comprometida”, dijo la secretaria de Estado.
A su vez, la vocera de Gobierno, Ena von Baer, afirmó que “este gobierno va a velar en un 100% todos los parámetros medioambientales en nuestro país. El llamado es que se respete la institucionalidad ambiental, y que esto no se transforme en un circo de declaraciones. El llamado es que todos los actores la respeten”, agregó.
Una posición distinta manifestó el senador oficialista Antonio Horvath, quien señaló que esta decisión “es un autogol para el Presidente de la República”, quien fue electo “gracias a los votos de muchos ambientalistas que hoy protestan”.
Finalmente, Daniel Fernández, vicepresidente ejecutivo de Hidroaysén, planteó que “ha quedado demostrado que desde el punto de vista técnico este es un proyecto ambientalmente viable. Es un desafío importante para nosotros ver la forma en que vamos a cumplir con esas expectativas y esas exigencias”.
En todo caso, esta aprobación no es el paso final, pues ahora falta otro informe de impacto ambiental respecto a la línea de transmisión de la energía para ser inyectada al Sistema Interconectado Central (SIC), por lo que aún queda polémica para rato.