Si finalmente Udinese acepta la oferta de 57 millones de dólares que Barcelona realizó para quedarse con los servicios de Alexis Sánchez, la del tocopillano se transformará en la séptima transferencia más cara de la historia del fútbol. El club friulano espera clasificar a la Liga de Campeones para decidir si se desprenderá del chileno o no, pero ya tiene en sus manos la oferta del club catalán. Si finalmente Udinese acepta la oferta de 57 millones de dólares que el FC Barcelona realizó para quedarse con los servicios de Alexis Sánchez, la del tocopillano se transformaría en la séptima transferencia más cara de la historia del fútbol y se metería entre los “top ten” de las transferencias históricas, que encabeza el portugués Cristiano Ronaldo, que en 2009 pasó desde Manchester United a Real Madrid por un valor de 130 millones de dólares, seguido por Kaká quien pasó el 2009 del Milan al Real Madrid por 89,8 millones de dólares, Fernando Torres del Liverpool al Chelsea por 81,7 millones. Pero más allá de las ofertas, la dilatación de la respuesta pasa directamente por los mandamases del cuadro friulano. El mayor de los Pozzo, el padre Giampaolo, no está dispuesto a hipotecar el futuro del equipo y esperará un par de semanas para responder a Barcelona. El paso a la Liga de Campeones es el principal tope para la partida del ex Colo Colo y las palabras del hijo mayor, Gino Pozzo, así bien los explican: Según publicó ayer la Gazzetta dello Sport, el empresario avecindado en Barcelona comentó que “nuestra intención es reforzar el equipo si vamos a jugar algo de tanto prestigio como la Liga de Campeones”. El máximo patrón de la sociedad de Véneto no esconde la ilusión de que el “Niño Maravilla” se quede en el club: “Me gustaría que Sánchez permaneciera con nosotros. Sería útil que se quedara un año más en Udine. Los jugadores importantes son difíciles de sustituir”. Pese a los deseos del empresario, la puja por el chileno sigue viva y hay que recordar que Manchester City también lo quiere para la próxima temporada, esto por expreso pedido del entrenador italiano Roberto Mancini.