“Tienes que morir, tienes que morir”, le decía a su pareja un ciudadano peruano mientras la estrangulaba con la manguera de una lavadora. El violento episodio ocurrió ayer en la madrugada, en la ciudad de Porvenir, donde la mujer salvó con vida gracias a que logró quitar las manos de su pareja de su cuello, justo cuando estaba quedando sin aire. Pese a que no tenía mucha fuerza, la víctima consiguió zafarse de su agresor y correr a su dormitorio, donde se encerró y pidió auxilio a Carabineros. Los gritos desesperados de la mujer hicieron reaccionar rápidamente a los efectivos, quienes concurrieron a la casa y detuvieron al extranjero, en pasaje Mimica.
El sujeto fue identificado como Julio Richard Advincula Acasiete, de 39 años de edad, quien se encuentra viviendo en la capital de Tierra del Fuego y es pareja de la víctima hace más de un año. El imputado tuvo que ser trasladado a Punta Arenas porque la jueza de Porvenir, Paula Stange, está con permiso, al igual que el suplente, Cristian Matus. La ausencia de ambos obligó a realizar la audiencia de control de distancia en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, audiencia que tomó el magistrado Andrés Provoste. El detenido tuvo que ser trasladado por personal de la Tercera Comisaría de Carabineros, llegando cerca de las 14 horas.

Femicidio
El fiscal Oliver Rammsy, junto al asistente fiscal de Porvenir, Marcelo Figueroa, formalizaron al peruano Julio Advincula por el delito de femicidio frustrado. Según lo expresado en la audiencia, durante la madrugada del 14 de mayo la pareja, formada por la mujer (de 52 años de edad, iniciales D.V.T.P.) y el ciudadano extranjero, en un momento de la velada discutieron violentamente. Al parecer salieron a relucir unas escenas de celos que llevaron a este sujeto a reaccionar violentamente. En esos momentos le propinó varios golpes de puño en el rostro y la mujer cayó al suelo. El peruano no se calmó, al contrario, tomó a su pareja del pelo y le “estrelló” la cabeza en el canto de una puerta, provocándole un corte de grandes dimensiones en el cuero cabelludo que llegó al casco cerebral. En esos momentos la mujer sangrando corrió a refugiarse al baño de la casa, pero el agresor estaba enloquecido y la siguió. El tipo, sin medir las consecuencias, tomó la manguera de la lavadora y la envolvió en el cuello de la mujer y agarrando ambas puntas la comenzó a asfixiar. Cuando ya no tenía fuerzas y estaba perdiendo la noción, como pudo ella tomó las manos del agresor y logró retirarlas. Ese minuto lo aprovechó para salir huyendo al dormitorio donde llamó a Carabineros.
El fiscal Rammsy pidió la prisión preventiva para el detenido, medida cautelar que fue aceptada por el juez, por considerar que la libertad de este sujeto constituye un peligro para la sociedad. Gendarmería deberá trasladarlo en las próximas horas a Porvenir.