
Desde la empresa admitieron ayer que “no hay indicios” de lo que pudo haber ocurrido con el avión, mientras que pilotos afirmaron que deberá esperarse “al menos tres meses” para tener “datos certeros” sobre las causas de la tragedia.
Por su parte, el ministro de Transportes trasandino, Juan Schiavi, consideró “muy raro” el accidente y aseguró que la aeronave y su tripulación “estaban en regla”.
Investigación en curso
En cuanto a las causas del accidente, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) emitió un comunicado en el que instruyó a la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac), para que investigue las causas que propiciaron la tragedia aérea. En este contexto, el secretario general de este organismo, comodoro Gustavo Brea, brindó ayer detalles de cómo se encarará la investigación.
“Nada se descarta, cualquier aspecto operativo, sea de pilotaje, funcionamiento de la empresa, aspectos técnicos, de tránsito aéreo serán objeto de análisis”, expresó. Además, confirmó que participará de las tareas un “asesor, representante acreditado de Saab”, y que “los investigadores recabarán declaraciones de testigos del accidente”, entre ellos los pobladores de Prahuaniyeu que dijeron haber visto “una bola de fuego en el cielo”, en alusión al avión matrícula LV-CEJ.
Descargos de Sol
Por su parte, el vicepresidente de la línea aérea Sol, Juan Nyffenegger, sostuvo que el avión siniestrado no tuvo ninguna falla técnica, ni habría abortado despegues en vuelos anteriores, indicando que “no existen indicios” sobre las causas del accidente. En otro plano, el ejecutivo subrayó que los pilotos Juan Raffo y Adriano Bolatti, tenían “notable experiencia, eran muy meticulosos y estaban en plena capacidad de sus actos”.