
La “abuela Cristina”, como cariñosamente la llaman los pobladores, tuvo nueve hijos, siete de los que se encuentran vivos; los cuales le proporcionaron 14 nietos y, a través de éstos, algunos bisnietos.
Pese a los años, la mujer se mantiene muy activa; habitualmente se la puede ver trabajando en cestería con juncos, por medio de una técnica utilizada por sus antepasados y que la anciana se ha encargado de mantener viva. Ademas, participa de manera activa en el Club de Adulto Mayor, Rosa Yagán.
La dueña del Fin del Mundo
Cristina Calderón es la única descendiente de la etnía Yagán o Yámana que se mantiene viva. Asimismo, es la última hablante de la lengua indígena originaria de este pueblo. En este contexto, cabe destacar que su vida y la de su pueblo han sido objeto de inspiración para los mas destacados estudiosos, historiadores, científicos e investigadores, quienes llegan todos los años hasta Villa Ukika para conocer un poco más acerca de la vida de la “abuela Cristina” y, por medio de ella, de la de su casi extinta cultura.
Es por ello que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en el marco de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, adoptada por la Unesco en 2003, reconoció recientemente a la anciana como “Tesoro Humano Vivo”. Asimismo, ha sido nominada entre las 50 mujeres protagonistas del Bicentenario de la República de Chile, como también hija Ilustre de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.