
Luego de las entrevistas realizadas en el marco de la investigación, se pudieron establecer diversos acontecimientos que siguieron al robo. Entre ellos, los imputados indicaban que parte de lo obtenido se habría gastado de manera indiscriminada en locales nocturno e ingesta de alcohol, suma que bordearía los tres millones de pesos.
El testimonio de testigos, que los vieron en estos centros de diversión bohemia fueron los que alertaron a la policía de la sospechosa conducta de los imputados. Las indagaciones permitieron dar con el paradero de los sujetos.
Otras pesquisas en el sector donde vivía Soto, uno de los sindicados como autor, pudieron establecer que se había escondido parte del dinero al interior de una camioneta tipo suburbana estacionada en la calle Rafael Sotomayor, en la Población Jorge Cvitanic de Punta Arenas.
Al concurrir los efectivos policiales hallaron tras la última corrida de asientos una bolsa oculta, donde se encontraba una gran cantidad de billetes, correspondientes a parte del botín del robo.
Según el testimonio de los imputados, el dinero lo habrían dejado en dicho vehículo abandonado por más de dos días, ya que previamente a su detención habrían tenido la sospecha de que estaban siendo investigados, y en un ánimo de ocultar la evidencia, resolvieron dejarlo en ese lugar.
Compuesto mayormente de billetes de 10 mil pesos, carabineros empadronó cada una de las especies incautadas, alcanzando una suma de $ 7.500.000 aproximadamente.
Parte del botín se habría quemado producto del uso del sistema de oxicorte.