
Además, se prohíbe la venta de productos preparados de tabaco destinados a ser “fumados, chupados, mascados y aspirados”, lo que involucra a los cigarrillos electrónicos y chicles de nicotina.
Asimismo, se amplía la facultad del gobierno para cambiar más de una vez al año los logos con leyendas anti tabaco en las cajetillas.
La nueva norma establece que no se puede fumar “en lugares cerrados de uso colectivo y accesible a público”, por lo que allí también están incluidos sitios como ministerios y hasta el propio Congreso Nacional, donde hoy existen zonas separadas para fumadores.
El proyecto también sube las multas para los fumadores que se nieguen a cumplir con estas disposiciones, la que llega a 2 UTM ($ 76 mil). La misma sanción que tendrán los locales que no respeten las prohibiciones.
Fuente: La Segunda