
Llegó muy sigiloso el domingo por la noche en un avión privado, y se hospedó en el hotel Los Navegantes, ubicado en la calle José Menéndez 647, desde donde planearía sus actividades en Magallanes.
El ecologista y filántropo es el flamante propietario del Parque Pumalín, el mayor parque privado del país con 300 mil hectáreas, que está ubicado al sur de Hornopirén, en la Undécima Región.
Sin embargo, pese a tener una gran fortuna y una gran extensión de tierras en la Patagonia chilena, mostró la misma noche de su llegada que no es más que un tipo sencillo y amable con la comunidad.
Y es que a la entrada del hotel el empresario se econtró con el infaltable “curadito” criollo, que en negativa a dejar la farra, le dijo a Tompkins: “Amigo, amigo, ¿tiene un cigarrito que me convide?”, a lo que el magnate respondió sacando de uno de sus bolsillos una cajetilla, tomó uno de los cilindros de tabaco, lo prendió el mismo y se lo entregó al hombre, el que ni se enteró quien fue su benefactor.
Reserva Nacional
De acuerdo con nuestras investigaciones, el millonario estadounidense estaría en la región con fines netamente ecologistas.
Ayer estuvo todo el día en Cabo León, en la estancia de Isla Riesco, propiedad de la fundación de Tompkins.
La idea sería donar la estancia al Estado para que éste sea anexado a la Reserva Nacional Alacalufe, y así transformarlo en Parque Nacional.
Según el director ejecutivo del Proyecto y Parque Pumalín, Hernán Mladinic, este proyecto fomentará el turismo de la región, además de ser un gran aporte para el ecosistema de la región.
Hoy el empresario viajará en la tarde a la reserva de Yendegaia, y posteriormente irá a Puerto Williams.
Tras esta corta, pero intensa visita a Punta Arenas, Douglas Tompkins dejará la ciudad mañana miércoles para seguir con sus negocios ecológicos en nuestro país.