Creada en 1990, poco a poco han ido logrando mejorar sus calles, esfuerzo que su presidenta, Celia Mansilla, destaca. Uno de los principales problemas de la Junta de Vecinos Nº 51 “Juan Pablo II” de Punta Arenas es la falta de pavimentación de muchas calles y pasajes. Una de las principales, que se encuentra dentro de este grupo, es la avenida Ramón Cañas Montalva. Al respecto, la presidenta de dicha organización, Celia Mansilla Levicoy, señaló que según se les informó, este año el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) comenzaría las obras.
La Junta de Vecinos Nº 51 “Juan Pablo II”, creada en 1990, limita al norte con avenida Salvador Allende Gossens, al sur con Camilo Henríquez, al oeste con avenida Ramón Cañas Montalva (ex Circunvalación) y al este con avenida Brasil. Abarca entre 400 y 500 viviendas, que comprenden alrededor de 1.500 personas.
“Esta población tiene una historia muy bonita. Cuando llegamos acá compramos sitios rurales, durante el gobierno militar, el año 82”,afirmó Mansilla. “Llevamos 26 ó 27 años viviendo acá, antes todo era pampa, barro y nada más. Teníamos que acarrear el agua cinco o seis cuadras para traerla hasta acá. Andábamos con baldes, con tachos, con todo. Los camiones de leña, en esos años, no entraban, se quedaban en la avenida Independencia o en Camilo Henríquez. Entonces teníamos que traerla en carretilla o bolsas. Nuestra población está hecha con puro esfuerzo. Eso es lo que nos enorgullece, que igual la sacamos adelante. Por lo menos ya tenemos cuatro calles pavimentadas, que es lo principal, aunque nos quedan ocho a diez calles y pasajes más por pavimentar”, agregó. Entre ellas se encuentra Padre André Jarlan, Cardenal José Cardinj, Clotario Blest, Fray Valderrama, Padre J. Alsina, Gerardo Poblete y avenida Ramón Cañas.
Sitios eriazos y áreas verdes
Otro de los problemas son los sitios eriazos, que no son muchos, pero además de afear el entorno, provocan contaminación y se transforman en focos infecciosos. Es el caso del sitio eriazo de calle Clotario Blest, entre avenida Cardenal Samoré y Brasil.
“El sábado 27 tuvimos un operativo de limpieza de la municipalidad. Nos sacaron harta basura. Como está desocupado, la misma gente de acá aprovecha de tirar sus desperdicios”, señaló la presidenta vecinal.
“He ido a conversar con el dueño para ver si podemos llegar a un acuerdo: que nos lo venda si es posible o por intermedio de la municipalidad”, agregó.
Asimismo, la falta de áreas verdes y espacios de esparcimiento se hacen cada vez más necesarios.
“No tenemos plaza de juegos ni multicancha. Cuando compramos estos sitios no quedó terreno para hacer una multicancha”.
“Los niños y jóvenes juegan en la calle. Así es que vamos al gimnasio de la Asociación 18 de Septiembre. Tengo hartos niños inscritos en el Club Deportivo Natalino”, sostuvo Mansilla.
Finalmente, la Junta de Vecinos “Juan Pablo II” tampoco está ajena a la sobrepoblación de perros vagos. “Yo creo que acá arriba es peor que en otros sectores, la gente sigue viniendo a tirar a sus perros. La gente no se hace cargo de sus mascotas”.
“Nos han venido a dar charlas del programa “Yo Aperro”, pero no ha pasado nada. Hay muchos niños en la calle y muchos perros vagos que tienen sarna”, indicó la dirigente preocupada.
Logros
Además de las cuatro calles pavimentadas, como son Camilo Henríquez, avenida Cardenal Antonio Samoré, Gaspar Marín y avenida Brasil, también lograron el mejoramiento de la sede vecinal, ubicada desde un principio en calle Gaspar Marín 01170 y reinaugurada en octubre pasado. Las obras fueron financiadas con la venta de Aguas Magallanes y el municipio se encargó de efectuarlas.
Sin embargo, la directiva también tiene planes de mejorar muchas de las viviendas del sector. “Ahora hay casas bonitas. Pero falta mucho por hacer: cambios de ventanas, puertas, etc. Actualmente estamos esperando los resultados de un proyecto que postulamos al PAIC (Programa de Iniciativas Comunitarias). Estamos en lista de espera”.
La idea es mejorar las viviendas de 28 familias.
“Acabamos de terminar un proyecto Fosis, de Chile Solidario para diez familias. Los mismos beneficiarios se hicieron cargo de arreglar sus casas con los materiales que les entregaron”, concluyó Mansilla.