Un ataque suicida en las inmediaciones de una mezquita donde se llevaba a cabo una ceremonia en memoria de un comandante de la policía afgana, terminó ayer con la vida de cuatro policías, según informaron las autoridades de ese país. Las fuerzas de seguridad presentes en el lugar, lograron confrontar al atacante antes de que ingresara a la mezquita en Kunduz, pero no consiguieron detenerlo antes de que detonara su carga explosiva.
El ataque hizo volar los cristales de las ventanas en la mezquita, y en las proximidades de la detonación, seis oficiales más resultaron heridos por el ataque.