Unánime fue la condena que recibió ayer César Maldonado Mansilla, por matar en un atropello a una persona que estaba tendida en la vía pública y darse a la fuga sin prestar auxilio a la víctima. La madrugada del 15 de noviembre, Jorge Eduardo Cárdenas Hernández, fue abandonado en la vía pública, en estado de ebriedad, después de participar en una fiesta. Este hecho se investigó pero nunca se ubicó a las personas que lo dejaron tirado en calle Eusebio Lillo. Por esta vía, de norte a sur, a las una de la madrugada guiaba su taxi colectivo César Maldonado, quien según el peritaje de la SIAT de Carabineros, lo hacía distraído por ir hablando por radio de banda ciudadana. Y pese a que llevaba un pasajero que le advirtió que tuviera cuidado con el “bulto” que estaba en la berma (a la altura del Nº 1908), no se detuvo y las cuatro ruedas del vehículo pasaron encima de la víctima.
La fiscal Alejandra Guevara presentó en el juicio oral testigos que confirmaron esta versión, incluida la del pasajero que, además, confirmó que el chofer le pidió que no dijera nada. Maldonado no prestó ayuda ni auxilio a la víctima pese a que se mantuvo en el lugar un momento, pero cuando llegó Carabineros huyó. Recién dos días después se entregó en el hospital regional.
Pese a que el abogado defensor José Miguel Navarrete pidió la absolución de su cliente, en los dos delitos por los cuales fue acusado, la justicia condenó a César Maldonado como “autor consumado de cuasidelito de homicidio y del delito especial de incumplimiento de prestar auxilio a la víctima y darse a la fuga no denunciando el hecho a la autoridad policial más cercana al lugar”. La sentencia se conocerá este sábado, al mediodía. La fiscalía solicita una pena de tres años de presidio.