Definitivamente no fue la mejor decisión la que tomaron ayer los concejales de Punta Arenas, Emilio Boccazzi (PPD), Mario Pascual (PS) y Claudia Barrientos (PPD). Porque en el intento de marchar por la causa que congregó masivamente al sector de la Educación en el centro de la ciudad, también se sumaron los funcionarios municipales. Éstos, al percatarse de la presencia de las autoridades edilicias no ocultaron su desazón y en señal de desprecio comenzaron a gritar consignas en su contra, situación que había intentado ser atajada minutos previos por el dirigente Julián Mancilla, otra polémica que terminó en dimes y diretes, pues hubo acusaciones mutuas de querer obtener créditos políticos.
Así, los concejales continuaron el paso -excepto Boccazzi, quien se retiró del lugar- acción que dio pie para que los funcionarios y manifestantes siguieran expresando su rechazo contra las autoridades.