En esta coyuntura, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, reforzó el llamado al diálogo, luego de la gran manifestación del jueves pasado, que congregó alrededor de 80 mil estudiantes de enseñanza media, universitarios y profesores. Después que más de 80 mil estudiantes secundarios, universitarios y profesores marcharan el jueves pasado por las calles de Santiago y ante la petición del ministro de Educación, Joaquín Lavín, de retomar el diálogo y volver a clases, la presidenta del Centro de Alumnos del Liceo Confederación Suiza, Daniela Isla, dijo ayer que no pretenden bajar las movilizaciones.
“Nosotros no estamos dispuestos a bajar la toma por una conversación con el ministro Lavín porque no nos garantiza nada. Queremos sentarnos a trabajar y dialogar pero movilizados. Lavín hasta ahora no muestra acogida a las demandas”, explicó Isla.
Dentro de este contexto, el secretario de Estado descartó conformar una comisión para analizar las demandas de los estudiantes secundarios y universitarios.
En esta línea, Lavín declaró en una entrevista a un canal de televisión: “Es el diálogo y la acción la que soluciona los problemas. Tampoco me gusta la solución de siempre que consiste en crear una comisión gigantesca que chutea los problemas. Yo no soy una persona que chutea los problemas, estamos dispuestos a abordarlos pero para eso tenemos que sentarnos a conversar”.
Asimismo, el ministro insistió en los avances que ha logrado el gobierno de la Alianza al señalar que “soy el campeón de hacer cambios en la educación”. Ante ello, llamó a las familias a tener cuidado porque “a veces se ideologiza la discusión”, explicó.
En el otro extremo, la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH) , Camila Vallejo, emplazó al secretario de Estado, para que esté “a la altura de las circunstancias. Ayer (el jueves) no vimos eso, vimos una respuesta vacía, más de lo mismo. Esperaremos que el ministro recapacite y nos dé una propuesta concreta”.
Respecto al resultado de la marcha, la dirigenta estudiantil señaló: “Superó con creces nuestras expectativas. En Santiago esperábamos 50 mil personas. Vimos surgir un movimiento más que estudiantil, ciudadano. Vimos familias con sus hijos, profesores, trabajadores de distintos sectores y comunidades académicas”, aseguró Vallejo.