“¡Me asaltan, me asaltan!”, alcanzó a gritar un cuidador cuando vio pasar una patrulla de Carabineros justo cuando era asaltado y amenazado de muerte con un cuchillo en el estómago. Dos peligrososo delincuentes, uno de los cuales venía saliendo de la cárcel, sembraron el terror ayer en la madrugada en el sector de Eusebio Lillo y Fray Camilo Henríquez. Un sector que días antes había sido blanco de robos en vehículos estacionados. Por lo mismo ayer Mario Muñoz Bahamonde vigilaba y cuidaba el sector, desde la cabina de un camión, cuando aparecieron los antisociales que lo sacaron desde el interior rompiendo el vidrio lateral derecho.
Amenazándolo de muerte con un cuchillo le exigieron la entrega de sus pertenencias. Justo cuando lo habían despojado del teléfono celular, la víctima vio que en medio de la oscuridad destellaba una luz roja. Era la baliza de una patrulla de Carabineros. Muñoz se envalentonó y sacó la voz pidiendo ayuda, grito de auxilio que fue escuchado por los policías quienes salieron en persecución de la pareja. Cuando huían lanzaron en la calle una radio que habían robado momentos antes desde un camión, también estacionado en la vía pública, y el cuchillo utilizado para el atraco.

A prisión

En manos de la fiscal Alejandra Guevara recayó la investigación y fue ella quien formalizó a Eric Paredes Vidal y a Fernando Javier Unicahuín Reyes (en la fotografía), ambos de 32 años de edad, detenidos en Eusebio Lillo con Gaspar Marín.
Como era de suponer, el juez entendió que la libertad de estas personas constituía un peligro para la sociedad y, a petición de la fiscal, los envió a la cárcel de Punta Arenas a cumplir prisión preventiva. Ambos fueron formalizados por “robo con violencia e intimidación en grado de frustrado” y “robo en bien nacional de uso público, en grado de consumado”. Además, Eric Paredes fue formalizado por porte ilegal de arma cortante.
En el furgón policial apareció el celular que los antisociales le habían sustraído a la víctima, el que estaba siendo desarmado por los detenidos. El valor total de las especies robadas fue superior a los 300 mil pesos.