Las difíciles condiciones de vida que soportan los militares chilenos en la Antártica

General
25/06/2011 a las 11:05
En conversación con Pingüino Radio, el comandante de la Base Antártica General Bernardo O’Higgins, teniente coronel de Ejército Juan Osbar Rojas, se refirió a la llegada del invierno en el continente blanco, el pasado 21 de junio. Según relató el oficial, en aquella jornada la dotación disfrutó de “alrededor de una hora y media de luz”, lo que constituyó todo su día, que transcurrió entre 11.00 y 12.30 horas.
Respecto a como influye esta situación en el plano fisiológico, Rojas aclara: “Cuesta un poco pero uno se acostumbra. Al final hay que mantener a la gente ocupada, para no pensar mucho en la oscuridad”. Y en este mismo plano comenta: “Nos pasó al reves en el verano, cuando teníamos muy pocas horas de noche y con la luz costaba dormir”.
Camaradería y aislamiento
Pero en estas latitudes, con tan extremas condiciones, se forjan tradiciones y ritos donde no prima la jerarquía institucional, sino una sana camaradería entre pares. Es así que el comandante de la Base O’Higgins, relató que la llegada del invierno fue recibido con una ceremonia en la que participó toda la dotación, para dar paso en la “noche” a una fiesta de disfraces que se extendió hasta el amanecer. “Aquí uno no sabe cuando es de día y cuando es de noche, porque las horas son cambiantes”, comenta entre risas el coronel Rojas, quien agrega que en dicha ocasión la sensación térmica fue de alrededor de
-47 ºC, la que estuvo acompañada de fuertes rachas de viento.
Asimismo, explica que en la Base General Bernardo O’Higgins, perteneciente al Ejército, posee actualmente una dotación de 21 militares y un carabinero invitado, siendo la única de las que posee Chile que se encuentra en el continente mismo, ubicada a 180 kilómetros en línea recta de la Base Presidente Eduardo Frei Montalva. “Nosotros estamos directamente en el hielo antártico, mientras que ellos (la Base Frei) están en una isla que se llama sector preantártico”, aclara Rojas.
En cuanto a las condiciones del territorio en el cual se encuentra emplazada la base, su comandante indica: “Estamos con alrededor de dos metros y medio de hielo y nieve, por lo que todos los días -cuando se puede- tenemos que sacar máquinas para limpiar la entrada”.
En este contexto, explica que cuando la temperatura cae por debajo de los -45 ºC de sensación térmica, para salir a la intemperie, además de prendas térmicas, se requiere llevar oxígeno puro, ya que en tales condiciones el aire es irrespirable.
Rutina
Respecto a la rutina diaria, el coronel Rojas comenta que esta se inicia a las 8.00 horas con el recibimiento de la dotación, para comenzar a las 9.00 horas con la instrucción, pues proximamente comienza el periodo de campaña afuera de la base. “Este año tenemos que llegar a la base argentina “Esperanza”, que está a unos 140 kilómetros de acá”, explica el militar, quien añade que durante la tarde se realiza mantenimiento de los vehículos e instalaciones de la base, a fin de evitar que se revienten los motores y el congelamiento en las cañerías de agua, entre otros inconvenientes que causan las bajas temperaturas.
Asimismo, el oficial da cuenta de otras labores, entre las cuales se refiere a la salvaguarda de la vida humana en la superficie continental del territorio antártico: “Nosotros tenemos a cargo todo lo que es el rescate terrestre, entonces nos coordinamos con los argentinos que están en la Base Esperanza y hacemos patrullas mixtas a partir del mes de septiembre y antes lo hace cada país por su cuenta”.
En cuanto al servicio, Rojas comenta que “la actividad es todos los días, exceptuando el domingo, que es el único que la gente tiene libre y puede hacer lo que quiera”. Exceptuando el personal que se encuentre de turno: “Esto es como un buque; la gente que está libre hace deportes en el gimnasio o mira televisión. mientras el funcionario que esté de turno hace todas las labores de mantenimiento”.
A su vez, se refirió a la reciente declaratoria de monumento nacional de la Base Bernardo O’Higgins: “Para mi es un honor poder estar acá y haber estado presente cuando vinieron y declararon monumento la base antigua, que es un recuerdo; si uno se pasea por ella se da cuenta la forma como la gente vivía anteriormente en 900 metros cuadrados e igual eran 22 personas (...) Y en verdad da nostalgía y uno se siente orgulloso de ser chileno”, concluyó el comandante de la unidad.

PUBLICIDAD

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios apelando al respeto entre unos y otros desligandose por completo por el contenido de cualquier comentario emitido.

Comentarios


comments powered by Disqus
Más noticias
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD