
“Nos convertimos en un verdadero pueblo costero, cambiamos el color verde por el gris. Puedo decir que ‘no tenemos cenizas, sino que arena como de la playa’”, comentó con Emol, Ricardo Alonso, intendente de Villa La Angostura, el municipio trasandino más afectado.
Una de las principales ideas para aprovechar los materiales expulsados por la erupción, es la elaboración de los ladrillos volcánicos, ya que según los primeros estudios, aseguran que la arena es tan pura, que no tiene metales pesados.
Otra acción que será tomada consiste en utilizar la ceniza como fertilizante agrícola, ya que es rica en minerales y contribuye a conservar el medio ambiente.
En algunos lugares, incluso se ofrecen artesanías hechas con cenizas y arena volcánica, a su vez, existen lugares donde se promueve este material como mascarilla regenerativa de la piel por todos los componentes naturales que posee.