
Los jueces no le concedieron a los sentenciados ninguno de los beneficios alternativos para cumplir la condena.
Estas personas habían viajado de Río Turbio a Punta Arenas y se alojaron en casa de la víctima, a quien el día de los hechos invitaron a salir. La estudiante jamás desconfió del tío y aceptó ir con ellos. Lamentablemente, de vuelta a casa, en el regreso ocurrió algo inesperado. El amigo del tío de la niña, que viajaba en el asiento trasero del vehículo con la joven, se aprovechó de la superioridad física y la violó en el asiento trasero. Por eso los seis años de cárcel, ya que el fiscal Juan Agustín Meléndez logró probar la acusación judicial, a la que se sumó el abogado querellante Marcelo Figueroa.
De ahí también la complicidad del tío sancionada por los jueces, quien no hizo nada para evitar el delito, al contrario más encima abusó de la sobrina.
El daño e impacto emocional es tan grave que la joven víctima se encuentra en tratamiento permanente con sicólogos y siquiatra. “Nadie puede quedar indiferente a este tipos de hechos”, señaló un molesto Marcelo Figueroa.