
El “Glider” (planeador marino) es un vehículo autónomo submarino (AUV), controlado en forma remota, que permite medir estas variables y se le ha bautizado con el nombre de “Violeta”. Se comunica vía satelital a un computador ubicado en tierra para verificar su funcionamiento y bajar la información oceanográfica.
Este novedoso vehículo submarino estuvo operando sin problemas en aguas del estrecho de Magallanes durante 10 días. Además, en el terminal Gregorio de la Empresa Nacional del Petróleo se instaló una estación meteorológica y un oleomareógrafo (medidor de mareas y olas) para determinar la influencia del viento y las mareas en la generación de las corrientes magallánicas.
Según Cristián Rodrigo, “este trabajo es el primero de su tipo en la Región y servirá como experimento piloto para operarlo en condiciones más extremas en la Antártica y ya estoy planificando su uso para el estudio de las plumas hidrotermales en el estrecho Bransfield, Antártica”.