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El fiscal Fernando Dobson consiguió que el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas condenara a Fernando Alberto Godoy Vega, como autor de los delitos de violación impropia y de abuso sexual, en perjuicio de una niña que actualmente tiene diez años.
En el juicio logró acreditar que los hechos ocurrieron entre 2007 y 2009, desde que la menor tenía cinco años y se cometieron al interior del inmueble que habitaba el acusado, mientras la menor lo visitaba. Sostuvo que entre la víctima y el acusado no existía parentesco, sin embargo, era persona conocida de la familia de la niña.
Por el delito de violación impropia la Fiscalía solicitó una pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, y por el abuso sexual, cuatro años de cárcel, más accesorias y el pago de las costas de la causa en ambos casos, penas que finalmente el tribunal concedió.
El sujeto sometió a la menor a prácticas sexuales reiteradas. Le tocaba los pechos, vagina y glúteos. La besaba en la boca, “y en ocasiones hacía que la menor le tocara el pene, introduciéndoselo en la boca a la menor (por eso fue condenado por violación impropia)”. El último episodio delictual lo cometió el 23 de agosto del año 2009, ocasión en que Fernando Godoy llevó a la niña a una habitación y la tocó en sus partes íntimas y repitió las atrocidades antes mencionadas.
La defensa del acusado, representada por el abogado Leonardo Vallejos abogó por la absolución de su cliente. Alegó que faltó rigurosidad en la investigación, que el acusado no participó en los hechos y que “las conclusiones de la investigación son antojadizas, desconocen la historia vital de la menor, la que tiene problemas emocionales, trastornos siquiátricos que derivaron en internación. La madre presenta depresión preparto no tratada y la pericia no precisa si el relato es creíble”.
La perito sicóloga Carolina Astudillo Maillard, de vasta experiencia en esta área, manifestó que realizó una pericia de su especialidad a la menor. De acuerdo con la metodología empleada fue categórica, tajante y terminante al señalar que “la niña presentaba experiencias traumáticas de índole sexual contextualizadas temporo-espacialmente en un evento el día del carnaval de invierno. También contextualiza otros espacialmente en la casa suya, en la habitación del inmueble donde habitaba el acusado, en el automóvil de éste, en sitio eriazo, etc. Reconoce al agresor como “Nano”. Se trata de Fernando Godoy, amigo del pololo de su madre”.
Querellante
Como representante de la familia, la abogada querellante, Martina Pradenas, se manifestó conforme con los cinco años de cárcel por la violación impropia y los cuatro años por los abusos, que recibió Fernando Godoy Vega, “sobre todo porque esto brinda tranquilidad a los padres”. Dijo que fue después del Carnaval de Invierno de 2009 cuando la niña le contó a su madre los abusos que venía sufriendo desde los cinco años de edad. Ahí fue cuando la mujer hizo la denuncia.