La niña ingirió una sobredosis de medicamentos afligida por la grave situación sicológica que la aquejaba desde hace un tiempo. Tras varias sesiones con un especialista, confesó que su primo, de 31 años, la violó durante años. “Cuando llegaba a la casa, me sacaba la ropa y me penetraba. Ocurría cuando mi mamá y su pareja salían”, relató la niña. Pese a que el hombre confesó los hechos el 1 de junio no quedó detenido y sólo un mes después la madre de la menor estampó la denuncia.