Ambas entidades que participaron en la mesa del gas representando la mirada regional sobre el tema, señalaron que el error del Gobierno, al dar a conocer el borrador del proyecto de ley, fue no considerar la situación de los comerciales e industriales que más consumen, pues no se previó que quienes consuman más de 25 mil metros cúbicos tendrán un incremento en sus boletas.
La duda de si el costo de la vida subiría en Magallanes ante la eventual aprobación del proyecto de ley sobre tarificación del gas que ingresará prontamente al Congreso, tiene bastante preocupados a los representantes de dos organismos regionales que participaron activamente en las mesas consultivas de esta materia desde marzo a mayo pasado: la Confederación para la Producción y el Comercio (CPC) y la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM).
Y es que ambos actores ven con incertidumbre que en el anuncio que realizaron los ministros Laurence Golborne y Rodrigo Álvarez no haya habido un pronunciamiento en torno a la situación de las industrias y el comercio que presentan un mayor consumo y que podrían ver afectadas su planilla de costos si se les produce un alza al registrar, en algunos meses del año, boletas por sobre los 25 mil metros cúbicos.
El temor, para uno y otro, es que por sobre esa línea de corte no se haya definido una especie de estabilidad para el precio de manera de no afectar la productividad del sector y, en consecuencia, el costo de vida de los consumidores domiciliarios bajo la lógica de que si sube el costo del gas para éstas significará que se traspasaría el gasto al consumidor final, que son los habitantes de Magallanes.
“Desde un principio manifestamos nuestras dudas”, dijo el dirigente de la ACM José Hernández, respaldando la molestia del presidente de la CPC, Alejandro Kusanovic, tras el anuncio. “Sabemos que es perjudicial por el efecto dominó que pueda acarrear y donde la familia magallánica asumirá el costo al usuario”, añadió.
Por ello, el integrante del organismo ciudadano fue tajante en decir que iban a tener que trabajar “para que quede claro qué es lo que va a suceder”, en torno a una discusión “con seriedad” como afirmó, “no sobre un anuncio que varios lloraron hasta las lágrimas sin siquiera verlo”, indicó después.
Por su parte, según Kusanovic, la situación podría ser más delicada. “Alzas de 48% obtuvieron las empresas en 2009, lo cual todos en el sector rechazamos, y vamos a estar sujetos a reajustes quizás aún mayores y nadie se preocupa de eso ni en el efecto que podría tener en la cadena”, dijo.
De esta forma es que lamentó los dichos del intendente, Arturo Storaker, quien manifestó que las empresas debían buscar ser eficientes en materia de gastos y encontrar las soluciones en el Ministerio de Energía, porque “que de repente haya “cuatro” empresas… No va a cambiar la vida de los habitantes de Magallanes, porque estas “cuatro” empresas tienen problemas”.
“Aquí estamos reclamando por lo mismo, porque se nos dé un espacio, si todos, incluso el hoy intendente estuvo protestando en una caravana el 2009 para manifestarnos por eso, él lo debería entender bien”, señaló Kusanovic, al respecto, agregando que sí trataban de ser eficientes, “porque nadie querría estar pagando de más en esta zona extrema”.
Explicó que “nosotros no estamos pidiendo del gas que le corresponde a la ciudadanía, sino que se nos incorpore y reconozca, porque estamos en una nebulosa”. Asimismo, compartió la mirada de Hernández de la ACM en torno al posible aumento en el costo de vida. “Tal vez no sea preponderante, pero si la matriz de costos se ve afectada, el proceso de cálculo cambia y se podría traspasar al consumidor”, apuntó.
Supermercados
El caso más ilustrativo de este eventual escenario son los supermercados, ya que proveen de los productos y servicios básicos a la comunidad.
En el listado de los 44 que más consumen son dos las cadenas que registran los índices más altos (ver recuadro), las cuales optaron por no referirse al tema en virtud de que no hay nada definitivo todavía.
Sin embargo, fuentes cercanas a esta compañías señalaron que si hay un incremento como por ejemplo del 48% que se dio en 2009, debiera tener una injerencia en el consumidor por la misma lógica que explicaron, a grandes rasgos, Kusanovic y Hernández, y el viernes, a este mismo medio, el economista José Vera Giusti.
“Todo va a depender de cuán importante y necesario es el gas en la planilla de costos de cada una de las cadenas”, indicó el especialista, aseverando que en mayor o menor proporción, el traspaso al precio de los productos podía suceder.