
Según confirmó el gobierno afgano, 38 soldados murieron ayer en la provincia de Wardak, en el centro del país. Se trata de 31 militares de fuerzas estadounidenses y seis afganos, cuyo helicóptero “Chinook” fue derribado por un proyectil de milicias insurgentes, durante una operación militar contra los talibanes de la zona, como aseguró el portavoz talibán, Zabiulá Muyahid. Por su lado, el Primer Ministro afgano, Hamid Karzai, confirmó la cifra de fallecidos al mismo tiempo que envió sus condolencias al Mandatario de Estados Unidos, Barack Obama y a los familiares de las víctimas.