Los monoplazas de la Fórmula Uno podrían ser sometidos a un cambio drástico, toda vez que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) tiene ya en análisis la posibilidad de incorporar una protección adicional, fabricada en policarbonato, que resguarde a los pilotos de las piezas que puedan salir despedidas de manera violenta en las habituales colisiones que se producen durante las carreras. Ya en el Gran Premio de Hungría de la temporada 2009, el brasileño Felipe Massa fue golpeado por un neumático que salió disparado como un proyectil del coche del piloto Rubens Barrichello. Luego del incidente que casi le cuesta el ojo al volante sudamericano, la FIA metió la mano y solicitó a un grupo de funcionamiento técnico asociado a la Fórmula Uno, de nombre TWG, un estudio a propósito de la viabilidad para colocar esa protección adicional a los monoplazas. Antes de echar adelante esta medida de precaución, están pendientes de solución otros temas en la máxima categoría. En la lista de temas por solucionar está la falta de visibilidad y ventilación, la calidad óptica, la limpieza, o el acceso y salida del vehículo en situaciones de emergencia, por lo que la colocación de esta nueva protección no ocurrirá en el cercano plazo.