Unas 10 mil personas reeditan hoy una marcha pacífica en el centro de esta capital con la cual exigen una reforma a la Educación en Chile de manera que sea inclusiva y accesible a todos. Hasta el momento no se han reportado incidentes como los ocurridos en jueves último cuando dos intentos de movilizaciones terminaron con fuerte represión policial.
Algunos de los manifestantes portan carteles con los cuales critican posturas de figuras del gobierno de Sebastián Piñera que atribuyen la violencia del jueves 4 a estudiantes y parlamentarios.
"Aquí estamos los inútiles subversivos", reza una de las pancartas en alusión a las declaraciones de Joaquín Larraín, senador del oficialista Renovación Nacional.
El congresista justificó ayer sábado que con esas palabras aludió a los encapuchados que han protagonizado actos violentos en las últimas manifestaciones estudiantiles.
Alumnos, junto a sus familiares y profesores participan de la manifestación amenizada con música y apoyada por los vecinos que lanzan globos, flores y banderas desde edificios aledaños.
El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, estimó que la movilización aglutinará a unas 50 mil personas las cuales exigen que el Estado asuma la educación pública y su financiamiento.
El gasto público en este país es de los menores en el mundo con sólo el 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto, según diversas fuentes.
Para el economista y profesor de la Universidad de Chile Marcel Claude "toda la educación chilena está ordenada en torno de la lógica del lucro, ese es su eje central".
En entrevista con el portal argentino Página/12, aseguró que la solución al conflicto estudiantil en Chile pasa por la creación de un sistema público "donde la educación sea un derecho asegurado por el Estado y "Chile tiene los recursos para hacerlo".