Luego de los violentos hechos registrados en distintos sectores de Londres, durante el fin de semana, se reportaron 35 agentes de policía heridos y 161 personas arrestadas, quienes saquearon e incendiaron decenas de comercios y vehículos en lugares como Tottenham y Brixton. La noche del domingo se vivió una intensa jornada de violencia en otras zonas de la capital inglesa, donde se cree que han sido los disturbios más graves en los últimos 25 años.
El Gobierno británico se ha defendido de las críticas por su respuesta a la propagación de los disturbios y la policía, que ha sido el blanco principal de los ataques, acusa a “delincuentes” de estar detrás de los desórdenes que, avivados por las redes sociales y su difusión en los medios, se expandieron desde el norte de Londres, hasta áreas del este y sur, como Brixton, un barrio deprimido de mayoría afrocaribeña.
Durante el fin de semana se quemaron vehículos y edificios en la principal ciudad de Inglaterra, además de los saqueos a tiendas de ropa y electrónica y la destrucción de casas y comercios, en una ola de violencia protagonizada generalmente por adolescentes.
Esta crisis coincide con las vacaciones de verano en ese país y tanto el alcalde de Londres, Boris Johnson, como los principales miembros del gobierno británico se encuentran fuera de la capital, lo que ha incrementado la presión política.
El viceprimer ministro, Nick Clegg, responsable del Ejecutivo ante la ausencia del premier David Cameron, aseguró que se está trabajando “de forma efectiva como un equipo” ante la crisis.
“Estamos en constante contacto entre nosotros y trabajando esta semana, como hacemos cada semana del año”, comentó Clegg a la cadena Sky News, asegurando además lo ocurrido son “robos” camuflados de protestas.
Un portavoz del primer ministro británico, de vacaciones en Italia, aseguró que los responsables de la violencia responderán ante la justicia por su comportamiento delictivo, mientras en el barrio de Tottenham, se estima la reconstrucción tras los disturbios en al menos US$ 163 millones.