Los cinco imputados aseguran que no tenían en sus planes matar a nadie en el casino Royale, donde murieron 53 personas. La PGR ha solicitado ayuda a la Interpol para localizar al dueño del establecimiento para que rinda su declaración. Ayer, los cinco detenidos por el atentado en el casino Royale de Monterrey, en México, donde murieron 53 personas, declararon que sus acciones sólo buscaban asustar a los dueños del recinto, ya que éstos se negaron a pagar una extorsión.“Solo queríamos darles un susto”, manifestaron ayer, al ser presentados a la prensa con casacas rojas distintivas para los detenidos, quienes insistieron que la situación se les salió de control, ya que no planeaban matar a nadie.
Los cinco imputados pertenecen al grupo criminal de “Los Zetas”, y argumentaron que incluso sus jefes los recriminaron por las dimensiones que tomó el ataque, donde clientes y trabajadores murieron calcinados y asfixiados, según citó CNN México.
Pruebas
El fiscal de Nuevo León, Adrián Emilio de la Garza, informó que las autoridades regiomontanas tienen en su poder varios videos de los delincuentes cargando el combustible que usaron en una estación de gasolina y arribando al establecimiento en varios vehículos para cometer el atentado.
Además, precisó que todos ellos confesaron su participación en los hechos, e incluso en otros crímenes, y que algunos fueron identificados por huellas dactilares halladas en los autos.
Interpol
Por su parte, el subprocurador regional de la Procuraduría General de la República (PGR), José Cuitláhuac Salinas, quien encabeza las investigaciones por parte del gobierno federal, explicó que se ha solicitado ayuda a la Interpol para ubicar a Raúl Rocha Cantú, el propietario del casino.
Los investigadores tienen la certeza de que un piloto, que ya declaró ante las autoridades, sacó del país en un vuelo privado a Rocha Cantú, a quien las autoridades buscan para que ofrezca su declaración.
