
De acuerdo con los antecedentes que la jefatura de Gendarmería puso en manos del fiscal, el incidente se produjo el 25 de agosto de 2009, en horas de la tarde, después que el afectado, Vicente José Silva Díaz, fuera ingresado al Complejo Penitenciario de Punta Arenas a cumplir una condena de 199 días de cárcel. Pero ese mismo día Silva fue formalizado por el delito de lesiones graves en perjuicio de un funcionario de Gendarmería, y en los precisos momentos en que el afectado era ingresado al interior del penal fue agredido por los funcionarios del Servicio de Gendarmería, Gallardo y Cerda, “quienes procedieron a propinarle puntapiés y golpes de manos, esto es, apremiando ilegítimamente y vejando injustamente al interno, situación que fue advertida en dichos momentos por un testigo ocular, funcionario también de Gendarmería, quien detuvo la agresión”, indica el fiscal Aguirre en la acusación que presentó en contra de los gendarmes, un delito que “se encuentra en grado de consumado por cuanto se verificaron efectivamente las vejaciones injustas en la persona de la víctima”.
El fiscal pide que los acusados sean suspendidos de sus funciones por un año y cancelen una multa de 11 UTM ($ 423.698) para cada uno.