
El Ministerio del Interior afgano informó por varios medios que no se conocen las identidades de los fallecidos.
El Presidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó los ataques y dijo que “sólo confirman la determinación de los afganos de tomar las riendas de su propia seguridad nacional”.
Este incidente sucedió mientras 1.600 tropas se retiraban de Afganistán y la OTAN se prepara a cederle el control a las fuerzas nacionales.
Según el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen, este hecho no altera los planes de desalojo.