La empresa magallánica de Francisco Ayarza, “Nautilus”, fue contactada por la Armada de Chile, por tener entre sus equipos de alta tecnología un vehículo operado por control remoto (ROV), capaz de llegar a 300 metros bajo el mar, utilizado generalmente para servicios de inspección a grandes profundidades. La idea era poder llevar este equipo al Archipiélago Juan Fernández, donde se centran las labores de búsqueda de los restos del avión Casa 212 siniestrado con 21 ocupantes. Pero Ayarza dijo que el robot está cumpliendo labores en Argentina y antes de una o dos semanas es difícil que vuelva a Punta Arenas.
A partir de su experiencia marítima, Diario El Pingüino le consultó si los trabajos submarinos que se están ejecutando en Juan Fernández para rescatar los restos del avión son difíciles, a lo que respondió afirmativamente. “No se han encontrado las partes centrales de la aeronave, como motores y alas, que son las piezas que se conectan al fuselaje”. Esto es fundamental para llegar a establecer las causas que provocaron el desastre, un tema que interesa principalmente a la Fuerza Aérea.