El pasado miércoles, una mujer que iba con su hijo de un año, chocó su vehículo, quedando casi ilesa. No obstante, el menor sufrió lesiones graves de pelvis y contusiones: iba sentado en el asiento del copiloto, sin la silla reglamentaria. He aquí recomendaciones para tener en cuenta. El uso del cinturón de seguridad en vehículos motorizados, es un deber, cuyo olvido es penalizado por la Ley del Tránsito. Lo que se obvia es que la norma es para la protección de los pasajeros. Porque, más allá de una simple multa, no abrocharlo puede costar hasta la vida.
Más aún, para proteger a los niños, desde 2007 es obligatorio el uso de la silla especial para niños -bajo los cuatro años- y queda prohibido sentarlos en el sillón del copiloto.
El choque ocurrido en avenida 21 de Mayo (Diario El Pingüino de ayer, página 2), donde un bebé de un año sufrió lesiones graves, ya que la conductora, su madre, lo llevaba sentado adelante, sin silla especial, ni menos el cinto reglamentario, vuelve a recordar esta premisa vital, que es respetar la ley en favor de las personas.
En específico, la Ley N° 18.290 -dicha del Tránsito- detalla que “está prohibido llevar niños menores de ocho años en asientos delanteros a menos que el vehículo sea una camioneta de cabina simple”. Además, los niños menores de cuatro años deben ir en sillas especiales, exige en su Artículo 79. El no cumplir con estas disposiciones se considera “falta leve”, sancionada con multa de 0,2 a 0,5 UTM (a $ 38.557 este mes).
Por otra parte, estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset) señalan que las sillas especiales para niños reducen en hasta un 50% de los casos la mortalidad infantil en accidentes de tránsito.
El correcto uso
Ahora, estos dispositivos especiales deben cumplir con ciertas indicaciones. En tal sentido, el Automóvil Club de Chile, explica ciertos requisitos técnicos exigidos y recomendaciones para su correcto uso.
Como regla primordial, la silla debe evitar que el niño se desplace, por lo que debe tener incorporada una correa que afirme al menor entre las piernas.
Así también, el sistema debe dar protección en cualquier posición de uso y tiene que emplearse en combinación con un cinturón de seguridad del vehículo. Además, cuando los niños son muy pequeños tienen mayor peso en la cabeza, por lo que hasta los diez kilos deben ir sentados mirando hacia atrás.
Hasta los cuatro años, los niños deben ir en la silla especial mirando hacia delante. La institución automovilística recomienda que esta sea instalada en el asiento del medio, dado que ahí sería el lugar más seguro del vehículo, en un eventual accidente.
Otro aspecto importante, es que cuando los niños pasan de los 18 kilos, alrededor de los tres años, a la silla se le debe colocar un alzador que permita levantarla. En este caso, ya no debe usar el arnés, sino el cinturón del auto.
Indispensable
en una silla
Para el producto en sí, la correcta disposición de los cinturones deberá estar indicada claramente mediante una figura, adherida siempre al sistema o asiento de seguridad. Las hebillas deberán abrirse rápidamente, accionando un botón que permita que el niño salga de la silla sin dificultades.
Además, cada asiento deberá traer, en español, el nombre del fabricante, el año de fabricación, el rango de peso del niño para el que fue diseñado, la forma de instalación ilustrada mediante fotos o dibujos, una explicación sobre el funcionamiento de las hebillas, instrucciones de limpieza y la recomendación de cambiarlo cuando haya sido sometido a tensiones violentas a causa de un accidente.